domingo, 5 de diciembre de 2010

Es diciembre 5, hoy amaneció lluvioso pero calmo, la temperatura agradable, hace de este día una jornada placentera. Hay un apacible silencio; el tiempo se presta para descansar y retomar fuerzas para seguir en la diaria lucha de vivir esta vida de la mejor manera posible.
Hay algo más que se asocia a este plácido domingo y es la música. Suena a lo lejos una melodía y se identifica en sus notas armonías llenas de emociones. Es un Minuet de uno de los genios de la música universal, el alemán Ludwig Van Beethoven, un regalo a la vida hecho música; pero no en piano sino en guitarra que es pulsada con maestría, acariciando con su sonido el alma de quien lo escucha.
Es Beethoven en la guitarra de Agustín Pío Barrios!! Un verdadero maestro de la interpretación!!  Lo hace poniendo en cada nota el corazón, trasportando al público  a un mundo de mágicos sonidos. Barrios es así, un extraordinario intérprete. Y díganme si no! Escúchenlo pulsar exquisita y dulcemente las cuerdas de su guitarra en este Minuet que inicialmente formara parte de su repertorio musical según los programas de conciertos desarrollados desde 1920.


Originales pertenecientes al Maestro César Amaro.
Gentileza de César Amaro




Sobre esta pieza trascripta magistralmente para guitarra por el propio Agustín solo se conoce un manuscrito fechada en Asunción del Paraguay  y firmado por el mismo artista. En la trascripción original puede leerse, textualmente:
 Autógrafo hecho expresamente para mi amigo y gran maestro Gustavo Sosa  Escalada”                                                                                                                 
                                                                                         Asunción 14 –II- 1923
Es indudable que cada pieza ejecutada por su propio compositor lleva en sí un valor agregado, una tremenda carga emotiva, ya que el compositor lo ejecuta con el mismo sentimiento que lo inspiró. Sin embargo, entre los intérpretes  hay quienes lo hacen  con un increíble espíritu artístico, descubriendo al ser humano sensible que capta la esencia del otro compositor para llevarlo al instrumento que ejecuta. Este es el caso de Agustín Pío demostrando todo su virtuosismo en esta  interpretación,  como rindiendo un homenaje a Beethoven, otro compositor que supo encontrar en la notas la expresión más sublime del espíritu.

                                                                                       María Bernarda Cuellar